El descubrimiento
En abril de 1968, miembros del grupo de montaña Torreblanca junto con dos jóvenes riosellanos descendieron por una pequeña sima conocida como Pozu´l Ramu. Durante su incursión descubrieron dos de los conjuntos artísticos más importantes, el Camarín de las Vulvas y el Panel Principal.
El descubrimiento tuvo una gran repercusión mediática local, nacional e internacional, debido a la calidad y cantidad de las obras descubiertas, equiparables a los más importantes yacimientos europeos entonces conocidos.
A los pocos días del hallazgo, uno de sus protagonistas, Celestino Fernández Bustillo, falleció en un accidente de montaña, hecho que motivó que se rebautizara la cueva del Pozu´l Ramu como cueva de Tito Bustillo.
Las excavaciones arqueológicas han revelado una intensa e importante ocupación de la cueva durante el período Magdaleniense.
Con una geología y yacimiento arqueológico espectacular. Partiendo desde la entrada natural, en la que se asentaron los antiguos pueblos prehistóricos, se accede a una gran sala conocida como El Entronque, un cruce entre las galerías de la cueva. Aquí confluyen las tres principales zonas transitables de la cueva: la Galería Larga que nos lleva a lo más profundo de la cueva, el corto pasillo que nos acerca al Panel Principal y el acceso natural ya mencionado.